Citas de James Madison
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En las repúblicas, el gran peligro es que la mayoría no respeta suficientemente los derechos de la minoría.
La feliz Unión de estos Estados es una maravilla; su Constitución un milagro; su ejemplo la esperanza de la libertad en todo el mundo.
Al plantear un gobierno que debe ser administrado por gente sobre gente, primero se debe permitir al gobierno controlar a los gobernados; y en el siguiente lugar obligarlo a controlarse a sí mismo.
A la prensa solamente, aun con sus altibajos, se le está en deuda por todos los triunfos que ha obtenido por medio de la razón y de su humanidad, por encima del error y la opresión.
Creo que hay más casos de violación a la libertad del pueblo mediante usurpaciones graduales y silenciosas por los que están en el poder que mediante usurpaciones violentas y repentinas.
Solo debe declararse la guerra por la autoridad del pueblo, cuyos esfuerzos y tesoros son soportar sus cargas, en vez del gobierno, el cual cosechará sus frutos.
Un gobierno popular sin información popular o los medios para acceder a ella es sólo un prólogo a una farsa, a una tragedia o quizás a las dos.
Siempre y cuando la razón del hombre continúe falible, y él tenga la libertad de ejercerla, se formarán opiniones diferentes.
¿Qué comerciante prudente pondría en peligro su fortuna en cualquier sucursal de comercio cuando no sabe que sus planes pueden volverse ilegales antes de que se pueden ejecutar?
Donde prevalece un exceso de poder, la propiedad de ningún tipo es debidamente respetada. Nadie está seguro de sus opiniones, su persona, sus facultades ni sus posesiones.
Cuando se comprueba que un joven posee talentos que merecen una educación que sus padres no pueden permitirse, la misma debe llevarse adelante con el gasto público.
Y no me cabe duda que cada nuevo ejemplo tendrá éxito, como lo ha hecho cada uno en el pasado, en mostrar que la religión y el gobierno existirán en mayor pureza, mientras menos se mezclen.
Los medios de defensa contra el peligro extranjero históricamente se han convertido en los instrumentos de la tiranía en el país.
El ejecutivo no tiene el derecho, en ningún caso, de decidir la cuestión, exista o no causa para declarar la guerra.
Las personas son la única fuente legítima de poder, y es desde ellas que se deriva la carta constitucional, bajo la cual las varias ramas de gobierno mantienen su poder, se derivan.
Así como se dice que un hombre posee un derecho a su propiedad, igualmente se puede decir que posee una propiedad en sus derechos.