Citas de Henry David Thoreau
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Cada hombre proyecta una sombra; no sólo la de su cuerpo, sino la de su espíritu imperfectamente unido. Este es su dolor. Dejénla que se vuelva hacia donde desee, cae opuesta al sol, corta al mediodía, larga por al atardecer ¿Nunca la viste?
No sea demasiado moral. Tú puedes engañarte a tí mismo fuera de la vida mísma. Aspira por encima de la moralidad. No sea simplemente bueno; sé bueno para algo.
Generalmente hablando, un desierto aullante no aúlla: es la imaginación del viajero la que hace el aullido.
Ser admitido en el corazón de la naturaleza no cuesta nada. Nadie está excluido, pero se excluyen a sí mismos. Sólo tienes que empujar a un lado la cortina.
No quise tomar un pasaje en camarote, sino más bien ir delante del mástil y sobre la cubierta del mundo, pues allí puedo ver mejor la luz de la luna en medio de las montañas. No deseo bajar ahora.
La juventud junta sus materiales para construir un puente hacia la luna, o, acaso, un palacio o un templo en la tierra y, en longitud, el hombre de mediana edad concluye para construir una leñera con ellos.
¿Por qué debemos estar en tan desesperada prisa para tener éxito y en tales empresas desesperadas? Si un hombre no mantiene el paso con sus compañeros, quizás sea porque escucha un tambor diferente.
La naturaleza está llena de genialidad, llena de la divinidad; para que ningún copo de nieve escape su mano fabricada.
Aunque no creo que brote una planta en donde no haya sido sembrada una semilla, tengo mucha fe en una semilla. . . Convénceme de que ahí tienes una semilla y estaré listo para creer en milagros.