Citas de Henry David Thoreau
(página 2)
No hay ninguna regla más invariable que la que nos pagan nuestras sospechas al encontrar lo que sospechamos.
Si usted puede decir lo que nunca oirá, si puede escribir lo que nunca leerá, usted ha hecho cosas excepcionales.
Los libros sólo pueden revelarnos a nosotros mismos y tan pronto como nos hacen este servicio los ponemos a un lado.
Los grandes hombres, desconocidos a su generación, tienen su fama entre los grandes que les han precedido, y toda verdadera fama mundana desaparece de su alta estima más allá de las estrellas.
La única obligación a la que tengo derecho de asumir es a la de hacer siempre lo que me parece correcto.
La verdad está siempre en armonía con ella misma, y no se preocupa en revelar la justicia que puede consistir en hacer el mal.
Si parezco presumir más de lo apropiado, el motivo es porque presumo por la humanidad más que por mí mismo.
Nunca hubo y no es probable que haya pronto una nación de filósofos, ni yo estoy seguro de que sea deseable que exista.
Es una pregunta interesante hasta qué punto los hombres conservarían su rango si fueran despojados de su ropa.
Bajo un gobierno que encarcela a cualquiera injustamente, el lugar adecuado para un hombre justo es también una prisión.
-No, ser un Colón para los nuevos continentes y los mundos dentro de ti, abrir nuevos canales, no para el comercio, sino para el pensamiento.
Nada hace que la tierra parezca tan amplia como para tener amigos a la distancia; ellos hacen las latitudes y longitudes.
La luz que apaga nuestros ojos es oscuridad para nosotros. Solo amanece el día que estamos despiertos. Hay más día en el amanecer. El sol solo es una estrella de la mañana.
