Citas de Garrison Keillor
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El humor tiene que sorprendernos; de lo contrario, no es gracioso. Es una sentencia de muerte para un escritor el ser etiquetado como un humorista porque entonces ya no es una sorpresa.
Bienvenidos al Lago Wobegon, donde todas las mujeres son fuertes, todos los hombres son bien parecidos, y todos los niños están por encima del promedio.
Una chica en bikini es como tener una pistola cargada sobre tu mesa de centro, no tiene nada de malo, pero es difícil dejar de pensar en ello.
Nada de lo que hagas para los niños es jamás desperdiciado. Ellos parecen no darse cuenta de nosotros, merodeando, evitando nuestros ojos y rara vez dan las gracias, pero lo que hacemos para ellos nunca nunca es desperdiciado.
El padre de una hija no es más que un rehén de clase superior. Un padre da una cara pétrea a sus hijos, los reprende, sacude sus cornamentas, patas al suelo, resoplidos, les sale corriendo en la maleza, pero cuando su hija pone su brazo sobre su hombro y dice: "Papá, necesito preguntarte algo", el padre es un pedacito de mantequilla en una sartén caliente.
Gracias, querido Dios, por ésta buena vida y perdónanos si no la amamos lo suficiente. Gracias por la lluvia. Y por la oportunidad de despertar en tres horas e ir a pescar: Te doy gracias por ello ahora, porque no me sentiré tan agradecido para entonces.
Los gatos están diseñados para enseñarnos que existe en la naturaleza cosas que no tienen una función.