Citas de Francois Rabelais

Ciencia sin conciencia es la muerte del alma.

¿Cómo sabes que la antigüedad era necia? ¿Cómo sabes que el presente es sabio? ¿Quién la hizo necia? ¿Quién lo hizo sabio?

Di la verdad y abochorna al diablo.

El aroma del vino, ¡cuánto más agradable, risueño, religioso, celestial y delicioso es que el de aceite!

En sus reglas, había sólo una cláusula: haz lo que quieras.

La ignorancia es la madre de todos los males.

Es mejor escribir sobre la risa que sobre las lágrimas, pues la risa es la propiedad del hombre.

No pongo ninguna esperanza en mi fuerza, ni en mis obras: pero toda mi confianza está en Dios, mi protector, que nunca abandona a aquellos que han puesto toda su esperanza y pensamiento en él.

Para el que puede esperar, todo llega a su tiempo.

A bueno y verdadero amor es el miedo para siempre fijado.

La frugalidad es para el vulgar.

He conocido a muchos que no pudieron cuando tenían que hacerlo, porque nunca lo hubieran hecho cuando pudieron.

¿Cómo puedo gobernar a otros, yo que incluso no me puedo gobernar a mí mismo?

De la panza viene el pavoneo, y donde reina el hambre, la fuerza se abstiene.

No voy a emprender la guerra hasta que haya probado todas las artes y los medios de paz.

Las deudas y las mentiras están generalmente mezcladas.

Cuando se comienza el matrimonio, cada uno debe ser el juez de sus propios pensamientos y tomar consejos de sí mismo.

La naturaleza aborrece el vacío.

Se acaba la farsa. Voy a buscar un gran quizás.

No hay reloj más regular que el estómago.