Citas de Ellen G. White
(página 3)
¿Quien puede medir el amor que Cristo sintió por un mundo perdido, mientras pendía en la Cruz, sufriendo por los pecados de los hombres culpables? Este amor fue inconmensurable. Era infinito.
Por qué es tan difícil para muchos la vida cristiana, es porque tienen un corazón dividido. Son falsos, lo que los hace ser inestables en todas sus formas.
La falta más grande del mundo es la falta de hombres — que no puedan ser comprados ni vendidos; hombres que en su fuero más íntimo son verdaderos y honestos; hombres que no temen llamar al pecado por su nombre correcto; hombres cuya conciencia es fiel al deber como la aguja de la brújula al polo; hombres que lucharán por locorrecto aunque se desplomen los cielos.
No te sientes en el cómodo sillón de hacer menos de Satanás, levántante y ponte como objetivo la norma elevada que es un privilegio alcanzar.
Los que usan tabaco, té y café deben poner a un lado estos ídolos y poner su coste en la tesorería del Señor.
La religión no consiste en hacer un ruido, sin embargo cuando el alma se llena con el Espíritu del Señor, la dulce, alabanza del corazón a Dios lo glorifica.
Al alcanzar la verdad de Dios, su influencia debe afectarnos. Debe elevarnos. Remover de nosotros toda imperfección.
La perfección del carácter cristiano depende enteramente de la gracia y la fuerza encontrada sólo en Dios.
La religión resultará para el creyente un consuelo y una guía segura a la fuente de la verdadera felicidad.
El amor no trabaja por beneficio ni por recompensa; sin embargo, Dios ha ordenado que una gran ganancia será el resultado inevitable de toda obra de amor.
Es grandioso ser hijo de Dios y su co-heredero junto con Jesucristo. Si este es tu privilegio, conocerás el compañerismo de los sufrimientos de Cristo.
Pero Dios tendrá un pueblo sobre la tierra para mantener la Biblia y sólo la Biblia, como el estándar de todas las doctrinas y la base de todas las reformas.