Citas de Charles Dickens
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Aunque un adulador habilidoso es una compañía encantadora si lo tienes todo para ti mismo, su gusto se vuelve muy dudoso cuando empieza a hacer cumplidos a otras personas.
El crédito es un sistema donde una persona que no puede pagar busca a otra persona que no puede pagar para garantizar que él puede pagar.
Es mi vieja niña que aconseja. Tiene la cabeza. Pero nunca tengo la tengo antes que ella. Se debe mantener la disciplina.
La Caperucita Roja fue mi primer amor. Sentí que si me hubiera podido casar con la Caperucita Roja, habría conocido la felicidad absoluta.
No hay pocos entre los discípulos de la caridad que requieren, en su vocación, apenas menos entusiasmo que los devotos de placer en ellos.
Es una cosa agradable sobre la cual reflexionar y proporciona una respuesta completa a aquellos que afirman la degeneración gradual de la especie humana: el hecho de que cada bebé nacido en el mundo es mejor que el anterior.
Cualquier hombre puede estar de buen ánimo y con buen temperamento cuando se viste bien. Eso no tiene mucho mérito.
Es algo mucho, mucho mejor hacer, que lo que siempre he hecho; es un descanso mucho mucho mejor, que jamás haya conocido.
Esa especie de medio suspiro, que, acompañado por dos o tres asentimientos leves en la cabeza, es el pequeño cambio en la compasión de la sociedad en general.
Cuando un hombre sangra internamente, es algo peligroso para sí mismo; pero cuando se ríe internamente, no vaticina nada bueno a otras personas.