Citas de Charles de Montesquieu
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Si solo qusieramos ser felices, sería fácil; pero queremos ser más felices que otras personas, y eso casi siempre es difícil, puesto que los imaginamos más felices de lo que son.

Si los triángulos hicieran un dios, le darían tres lados.

Mientras menos piensan los hombres, más hablan.

No hay ninguna nación tan poderosa, como la que obedece sus leyes no por principios de miedo ni razón, sino por pasión.

Siempre son los aventureros los que hacen cosas grandes, no los soberanos de grandes imperios.

Un imperio fundado por la guerra tiene que mantenerse con la guerra.

El poder debería servir como un control al poder.

Hay tres especies de gobierno: republicano, monárquico y despótico.

Lo que les falta a oradores en profundidad, les sobra en duración.

Las leyes se comprometen a castigar actos sólo de conocimiento público.

He leído descripciones del paraíso que harían que cualquier persona sensible dejara de querer ir allí.

No ser amado es una desgracia, pero es un insulto ya no ser amado.

El éxito en la mayoría de las circunstancias depende de saber cuánto tiempo se necesita para tener éxito.

Amar la lectura es intercambiar horas de tedio por horas de placer.

El talento es un don que Dios nos ha dado secretamente, y que revelamos sin percibirlo.

Una nación puede perder sus libertades en un día y no extrañarlas en un siglo.

La razón por la que los romanos construyeron sus grandes carreteras pavimentadas era porque tenían calzado tan incómodo.

No es la gente joven el motivo de la degeneración. Ellos solo se echan a perder una vez que los de edad madura ya están hundidos en la corrupción.

El estado de la esclavitud es malo en su propia naturaleza.

Deberíamos llorar por los hombres cuando nacen, no cuando mueren.