Citas de Blaise Pascal
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Las palabras organizadas de formas diferentes tienen un significado diferente, y los significados organizados de formas diferentes tienen diferentes efectos.
Las personas generalmente son mejores persuadidas por las razones que ellos mismos han descubierto que por las que vienen de la mente de los demás.
Tan miserable es el hombre que se cansaría aun sin ningún motivo para explicar su cansancio... y tan frívolo es que, teniendo mil razones para ese cansancio, lo más mínimo como jugar billar o pegarle a una pelota, es suficiente para divertirlo.
Los hombres toman a menudo su imaginación por su corazón; y creen que se convierten con solo pensar en convertirse.
La sensibilidad de los hombres a los asuntos insignificantes, y su indiferencia a los asuntos de gran importancia, indica una inversión extraña.
El último acto es sangriento, independientemente a lo agradable que el resto de la obra es: al final tiran un poco de tierra sobre nuestras cabezas, y ese es el final para siempre.
La creencia es una apuesta acertada. Dado que la fe no puede ser probada, ¿qué daño vendrá a ti si juegas en su verdad y demuestra que es falsa? Si tú ganas, ganas todo; Si pierdes, no pierdes nada. Apuesta, luego, sin dudarlo, que Él existe.
Si el hombre hizo de sí mismo el primer objeto de estudio, se daría cuenta de lo incapaz que es de seguir adelante. ¿Cómo puede una parte saber el todo?
El hábito es una segunda naturaleza que destruye la primera. Pero ¿qué es naturaleza? ¿Por qué el hábito no es natural? Me temo mucho que la naturaleza en sí misma es sólo un primer hábito, así como la costumbre es una segunda naturaleza.
Nada queda tan aceptado como la mediocridad, ha sido establecida por la mayoría y ésta fija sus garras sobre lo que llega más allá de ella de cualquier manera.
La conciencia de la falsedad de los placeres presentes y la ignorancia de la vanidad de placers ausentes, causa la inconstancia.
El encanto de la fama es tan grande que nos gusta cada objeto al cual está conectado, incluso la muerte.
La elocuencia continua cansa. La grandeza debe ser abandonada para ser apreciada. La continuidad en todo es desagradable. El frío es agradable, para que podamos calentarnos.