Asia citas y frases
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No hay nada tan agravante como un chico dulce que es demasiado viejo para ignorar y demasiado joven para patear.
Me estoy muriendo del tratamiento de demasiados médicos.
Puedo hacer de todo con facilidad en el escenario, mientras que en la vida real me siento demasiado grande y torpe. Por eso no elejí la actuación. Me eligió a mí.
Los grandes hombres raras veces son demasiado escrupulosos en el arreglo de su atuendo.
La producción de demasiadas cosas útiles hace que haya demasiada gente inútil.
No es inteligente estar demasiado seguro de la propia sabiduría. Es saludable recordar que el más fuerte podría debilitarse y el más sabio podría errar.
Respeto demasiado a una mujer como para casarme con ella.
Es terrible darse cuenta de que no aprendes a vivir hasta que estás listo para morir, y entonces es demasiado tarde.
Una remontada en gimnasia es casi imposible en sí misma.
La tragedia de la vida es que nos volvemos viejos muy pronto y sabios demasiado tarde.
Estaba muy viejo para repartir periódicos, muy joven para los pagos del seguro social y demasiado cansado para una aventura amorosa.
Hay demasiados accidentes que pueden sucederle a la vida en un solo planeta.
Si pudiéramos dar a cada individuo la cantidad correcta de alimento y ejercicio, ni muy poco ni demasiado, habríamos encontrado la manera más segura hacia la salud.
Soy demasiado gitano.
No debe darse demasiada importancia a los sentimientos. Un corazón demasiado sensible es una triste posesión en este mundo inestable.
La deuda es una trampa, especialmente la deuda estudiantil, que es enorme, mucho mayor que la deuda de tarjetas de crédito. Es una trampa para el resto de su vida porque las leyes están diseñadas para que usted no pueda salir de ella. Si un negocio, digamos, adquiere demasiada deuda, puede declararse en bancarrota, pero los individuos casi nunca pueden aliviar la deuda estudiantil a través de la bancarrota.
De verdad, los hombres hablan demasiado acerca del peligro.
A veces mis fans son demasiado agradables.
La violencia armada nos ha costado demasiados líderes políticos, y casi nunca los peores.
Las ovaciones de pie se han convertido en algo demasiado común. Lo que necesitamos son ovaciones en donde los miembros del público se patean y dan puñetazos el uno al otro.