Voluntad citas y frases
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Yo ya he destinado tiempo para hacer mi voluntad.
La voz cambia muy lentamente. Yo mantengo la mía bajo control, y trato con toda mi voluntad de mantenerla exactamente como estaba al principio.
Tengo que enfrentar la vida con una pasión recién encontrada. Debo descubrir de nuevo la irresistible voluntad para aprender, vivir y amar.
Creo que nadie puede hacer nunca nada sin la ayuda y la voluntad de Dios.
Actúa como si la máxima de tu acción se convirtiera a través de tu voluntad en una ley natural general.
Enfrenta las partes oscuras de ti mismo y trabaja para erradicarlas con luz y perdón. Tu voluntad de luchar contra tus demonios hará cantar a tus ángeles.
De la necesidad surge el deseo y del deseo brota la energía y la voluntad para ganar.
Nuestras estructuras utilitarias madurarán en arquitectura sólo cuando, a través del cumplimiento de su función, se conviertan en portadores de la voluntad de la época.
La clave para ganar es elegir hacer la voluntad de Dios y amar al prójimo tanto como puedas.
No importa de donde vengas, lo que tienes o no tienes, lo que te falta o tienes en exceso. Pero todo lo que necesitas tener es fe en Dios, una pasión inextinguible por lo que haces y lo que deseas hacer en esta vida, y una impulsión implacable y la voluntad de hacer todo lo necesario para tener éxito en todo lo que te pongas en la mente.
No enviaría a una pobre chica al mundo, ignorante de las trampas que acosan su camino; ni la observaría ni protegería, hasta que, privada de autoestima y autosuficiencia, ella perdiese el poder o la voluntad de vigilar y protegerse a sí misma.
No tengo ninguna mala voluntad sobre nada.
La voluntad es la fuerza dinámica del alma.
Donde la voluntad es grande, las dificultades no pueden ser grandes.
La cantidad de suerte que va hacia ti depende de tu voluntad de actuar.
Estoy aquí por la voluntad del Gran Espíritu, y por su voluntad soy Jefe.
El orgullo es esencialmente competitivo por naturaleza. Enfrentamos a nuestra voluntad contra la de Dios.
La gran tarea de la vida es aprender la voluntad del Señor y luego hacerla.
Si amamos a Dios, hacemos Su voluntad y tememos a su juicio más que al de los hombres, tendremos autoestima.
Cristo quitó el Ser como fuerza de Su vida perfecta. Era, 'hágase no mi voluntad, sino la tuya'.