Muerte citas y frases
(página 20)
No soy nacido; ¿cómo puede haber nacimiento o muerte para mí?
Podemos llegar a contemplar la muerte de nuestros enemigos con tanto pesar como la de aquellos de nuestros amigos, es decir, cuando echamos de menos su existencia como testigos de nuestro éxito.
Nadie sabe si la muerte, lo cual la gente teme como el mayor mal, podría no ser el mayor bien.
La muerte es la llave dorada que abre el palacio de la eternidad.
El amor verdadero hace que el pensamiento de la muerte frecuente, fácil, y sin terrores; simplemente se convierte en el estándar de comparación, el precio que uno pagaría por muchas cosas.
La vida es un apuro que precede a la muerte.
Quien es el autor de una guerra suelta el contagio completo del infierno y abre una vena que sangra a una nación a muerte.
Este es el negocio de que las mentes pequeñas reduzcan su tamaño; pero aquel cuyo corazón sea firme y cuya conciencia apruebe su conducta, perseguirá sus principios hasta la muerte.
La muerte, que así se llama, es una cosa que hace que los hombres lloren, sin embargo un tercio de la vida se pasa en el sueño.
Hay un solo Dios. Su nombre es Verdad; es el Creador. No teme a nadie; él es sin odio. Él nunca muere; está más allá del ciclo de nacimientos y muerte. Está autoiluminado. Se realizó por la bondad del Gurú Verdadero. Fue Verdadero en el principio; Fue Verdadero cuando comenzaron las edadew y desde siempre ha sido Verdadero. También es Verdadero ahora.
Después de tu muerte serás lo que fuiste antes de tu nacimiento.
Toda despedida es un anticipo de la muerte; todo reencuentro, un toque de la resurrección.
El racismo y la injusticia y la violencia se propagan en nuestro mundo, trayendo una trágica cosecha de dolor y muerte.
La muerte no es el final. Queda el litigio de la herencia.
La muerte es la solución a todos los problemas. Sin gente no hay problema.
Se le debe hacer duelo a un hombre cuando nace y no en su muerte.
Nadie puede escapar de la muerte. Nos alcanzará a todos eventualmente.
Los informes sobre mi muerte fueron muy exagerados.
Las confesiones de las monjas son como ser lapidado hasta la muerte con palomitas de maíz.
El sueño es el interés que tenemos que pagar sobre el capital en la muerte; y cuanto mayor sea la tasa de interés y más regularmente se paga, más se pospone la fecha de redención.