Fallecimiento citas y frases
(página 14)
Las quejas son la muerte del amor.
Cuando lo hemos perdido todo, entre ello la esperanza, la vida se convierte en una desgracia y la muerte en un deber.
Mi vida se resume en tres momentos: la muerte de mi padre, haber conocido a mi esposo y el nacimiento de mi hija. Todo lo que hice antes parece no importar mucho.
La muerte no es dolorosa. Es la experiencia más hermosa que vas a tener.
Me encanta la música de Houston hasta la muerte.
La vida es un apuro que precede a la muerte.
De todos los mecanismos de escape, la muerte es el más eficiente.
Me encanta Richard Pryor. Me encanta hasta la muerte.
La vida y la muerte son un mismo hilo, la misma línea desde diferentes perspectivas.
No tengo miedo a morir.
Maldito es el hombre que muere, pero el mal hecho por él sobrevive.
La muerte es espantosa, e igual lo es la vida eterna.
En este mundo nada es seguro, excepto la muerte y los impuestos.
Hay sólo tres eventos en la vida de un hombre: nacimiento, vida y muerte. Él no es consciente de haber nacido, muere con dolor y se olvida de vivir.
Un apetito insaciable por la gloria lleva al sacrificio y a la muerte, pero el instinto innato lleva a la auto-supervivencia y a la vida.
La muerte de mi esposa me hirió muchísimo.
Sí, la gente tira del gatillo — pero las armas de fuego son el instrumento de la muerte. El control de armas es necesario, y su retraso significa más muerte y horror.
La cuestión de la pena de muerte es obviamente divisiva. Pero no importa si uno está a favor o en contra, no se puede negar la ilógica fundamental — si sabemos que el sistema es imperfecto, si sabemos que hay personas inocentes condenadas a muerte, entonces hasta que se reforme el sistema, ¿no deberíamos abandonar la pena de muerte para proteger a quienes son inocentes?
Fue el mensaje del presidente Obama en su discurso en Notre Dame: la moral es inmoral. Provida es la posición extremista de la derecha, no una posición moral. Todavía debemos comprometernos y trabajar para reducir los abortos. En dónde está el compromiso entre la vida y la muerte — y ¿por qué trabajar para reducir el número de los que ocurren si no hay nada malo con ellos?
El camino más seguro es no hacer nada contra la propia conciencia de uno. Con este secreto, podemos disfrutar de la vida y no tener miedo de la muerte.