Espera citas y frases
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Por cualquier cosa que valga la pena tener uno debe pagar el precio; y el precio es siempre trabajo, paciencia, amor, abnegación-no hay papel moneda, no hay promesas que pagar, sino el oro del servicio real.
Aprender la paciencia no fue una lección fácil.
Soporta pacientemente con un rival.
Tengo que intentar realmente manejar mi paciencia ahí fuera.
La paciencia no era mi punto fuerte.
Es extraño que los años nos enseñen paciencia; que mientras más corto es nuestro tiempo, mayor sea nuestra capacidad para esperar.
Claramente, las mujeres de mayor edad y especialmente aquellas que han llevado una vida activa, o las mujeres ancianas que han sorteado con éxito su propia vida familiar, tienen mucho que enseñarnos sobre el compartir, la paciencia y la sabiduría.
En lo profundo, sé que soy un hijo de Dios que ha heredado capacidades divinas; me esfuerzo para desarrollar algunas de ellas, otras las dejo languidecer. También tengo un lado humano. Pierdo mi temperamento, pierdo la paciencia y a veces juzgo a otros y a mí mismo.
Con los niños uno aprende mucha paciencia.
Pase lo que pase, toda mala suerte será conquistada por la resistencia.
Señor, danos paciencia para tratar con un hombre enamorado.
Los días de nuestras vidas, para todos nosotros, están contados. Lo sabemos. Y sí, ciertamente hay veces cuando no somos capaces de reunir tanta fuerza y paciencia como nos gustaría. Se llama ser humano.
La paciencia es el bálsamo del dolor.
No tengo la inteligencia ni la paciencia para oficina política.
He declarado que la paciencia nunca es más que paciente. También he declarado, que yo quien no soy paciente soy paciente.
Ten cuidado con la furia de un hombre paciente.
Las partes amorosas de tu personalidad no tienen problemas para amar. Es todo lo que hacen. Tú vives las partes amorosas como gratitud, aprecio, cariño, paciencia, alegría y asombro de la vida.
Yo no soy un siervo perfecto. Soy un funcionario público haciendo mi mejor esfuerzo contra las probabilidades. Mientras me desarrollo y sirvo, sé paciente. Dios no ha terminado conmigo todavía.
Hacia mi marido, muchas veces no muestro interés en sus asuntos y diversiones, no me despierta para responder cuando estoy cansada o preocupada con otra cosa, olvidando que él es muy paciente conmigo.
Mi madre me dijo que tuviera paciencia. Se trata de darse cuenta de que cuando las cosas no van de la manera que quieres, o no tienes inspiración, ellas vendrán.