Citas de John Burroughs

Si tenemos a la ciencia como nuestra única guía, si aceptamos y retenemos sólo lo que es comprobable, la antigua teología se debe ir.

Difícilmente hay un hombre en la tierra que escuche un consejo a menos que esté seguro de que es positivamente malo.

La ciencia ha hecho más por el desarrollo de la civilización occidental en cien años que el cristianismo en mil ochocientos años.

La tentación de lo lejano y lo difícil es engañosa. La gran oportunidad es donde estás.

Un hombre puede desanimarse muchas veces, pero él no es un fracaso hasta que empiece a culpar a alguien más y deje de intentar.

Uno puede invocar su filosofía cuando lo vencen en una batalla, no hasta entonces.

Bendito és el hombre que tenga un trabajo agradable, alguna ocupación en la que pueda poner su corazón, y que ofrezca una salida completa a todas las fuerzas que hay en él.

Siempre es más fácil creer que negar. Nuestras mentes son afirmativas por naturaleza.

El espíritu del hombre solo puede aguantar tanto y cuando se rompe solo un milagro lo puede reparar.

El viajer y la sociedad pule a uno, pero un una piedra que rueda no cría musgo y un poco de musgo es una cosa buena en un hombre.

He descubierto el secreto de la felicidad. Es el trabajo.

Ahora usamos la palabra 'naturaleza' tanto como nuestros padres utilizaban la palabra 'Dios'.

Los naturalistas, como poetas, nacen y luego se hacen solo con años de observación cuidadosa.

El naturista debe ver todas las cosas a la luz de sus experiencias en este mundo.

Para personajes fuertes y sensibles, la música de la naturaleza no se limita a sonidos dulces.

La fama de Emerson como escritor y pensador fue firmemente establecida durante su vida por los libros que dio al mundo.

Mis libros son, en cierto modo, un registro de mi vida — esa parte de ella que llegó a florecer y fructificar en mi mente.

Un alguien era una vez un don nadie que quiso y lo hizo.

Estamos empezando a ver que el dinero, después de todo, no es lo principal. Los valores reales no pueden ser comprados y vendidos.

¡Cuán hermoso envejecen las hojas! ¡Cuán llenos de luz y color son sus últimos días!