Los 100 metros me enseñaron mucho y me han dado confianza.
La pista es rápida y aprecio que todo es posible.
Me encanta Londres, me encantan los británicos.
Cuando mi entrenador me da un programa, yo lo daño.
Trabajo el doble de duro que todos los demás.
Soy como una bestia. Sólo lo saco en la pista.
Mi filosofía es ser yo.
No nací con una cuchara de oro en mi boca. Fue una vida muy difícil.
El críquet es mi primer amor.
Algo gana, algo pierde.
Para mí, yo siempre intento llegar hasta el final.