Citas de Victor Hugo

Amar a otra persona es ver el rostro de Dios.

Sé como un pájaro posado en una rama frágil que él siente doblarse debajo de él. En todo caso sigue cantando, pues sabe que tiene alas.

Un infierno inteligente sería mejor que un paraíso tonto.

No hay nada como un sueño para crear el futuro.

Mientras se vacía la bolsa, se llena el corazón.

Los brazos de una madre están hechos de ternura, y los niños duermen profundamente en ellos.

Aprender a leer es como encender un fuego; cada sílaba que se deletrea es una chispa.

El síntoma más poderoso del amor es una ternura que a veces se puede tornar casi insoportable.

La adversidad crea hombres, y la prosperidad crea monstruos.

Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, cualquiera sea la actitud del cuerpo, el alma está de rodillas.

La perseverancia, el secreto de todos los triunfos.

Cuarenta es la vejez de la juventud; cincuenta es la juventud de la vejez.

Concisión en el estilo, precisión en el pensamiento, decisión en la vida.

Mis gustos son aristocráticos, mis acciones democráticas.

Una sociedad que admite la miseria, una humanidad que admite la guerra, me parece una sociedad inferior y una humanidad degradada; es una sociedad mayor y una humanidad más elevada la que estoy buscando: una sociedad sin reyes, una humanidad sin barreras.

Hay una cosa más fuerte que todos los ejércitos del mundo, y es una idea cuya hora ha llegado.

Me encantan todos los hombres que piensan, incluso aquellos que piensan lo contrario que yo.

Amar la belleza es ver la luz.

Uno puede resistir la invasión de un ejército, pero uno no puede resistir la invasión de las ideas.

Un poeta que es malo es un ser degradado, más bajo y más culpable que un malo que no es poeta.