Citas de Victor Hugo
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Un hombre no es ocioso porque está absorbido en sus pensamientos. Hay un trabajo visible y hay un trabajo invisible.
Las religiones hacen algo útil: reducen a Dios a los límites del hombre. Las respuestas de la filosofía hacen una cosa necesaria: eleva al hombre al plano de Dios.
Sin vanidad, sin coquetería, sin curiosidad, en una palabra, sin la caída, la mujer no sería mujer. Gran parte de su gracia está en su fragilidad.
Jesús lloró; Voltaire sonrió. De esa lágrima divina y de esa sonrisa humana se deriva la gracia de la civilización actual.
En este siglo sólo ha existido un gran hombre y una gran cosa: Napoleón y la libertad. A falta del gran hombre, tengamos la gran cosa.
Es extraño decirlo, el mundo luminoso es el mundo invisible; el mundo luminoso es aquel que no vemos. Nuestros ojos de carne ven sólo la noche.
Soy un alma. Sé bien que lo que dejaré en la tumba no es a mí mismo. Aquello que soy yo ira a otros lugares. ¡Tierra, tú no eres mi abismo!.
Como medio de contraste con lo sublime, lo grotesco es, en nuestra opinión, la fuente más rica que puede ofrecer la naturaleza.