Citas de Thomas S. Monson
En medio de la confusión de los tiempos, los conflictos de conciencia y la confusión de la vida diaria, una fe perdurable se convierte en un ancla para nuestras vidas.
Encuentre a alguien que esté pasando por un momento difícil, o que se encuentre enfermo o solitario y haga algo por él o ella.
Debemos desarrollar la capacidad de ver a los hombres no como son en la actualidad sino como pueden llegar a ser.
La Navidad es el espíritu de dar sin un pensamiento de recibir. Es felicidad porque vemos alegría en las personas. Es olvidarse de sí mismo y encontrar tiempo para otros. Es descartar lo sin sentido y enfatizar los valores verdaderos.
Cuando me acerqué a mi cumpleaños 18 y preparé para entrar en servicio militar en la segunda guerra mundial, me recomendaron recibir el Sacerdocio de Melquisedec.
Espero que aprenderá a asumir la responsabilidad por sus decisiones. No tome consejos de sus temores.
Doy fe que el trabajo en el que participamos es la obra del Señor. He sentido su influencia que sustenta.
Tal vez la prueba más segura de integridad de un individuo es su negativa a hacer o decir algo que pudiera perjudicar su autoestima.
Encontrar la verdadera alegría de la Navidad no viene con la prisa ni con el correr para hacer más, ni está en la compra de regalos. Encontramos verdadera alegría cuando hacemos que el Salvador esté en el centro de la temporada.
Es posible que no solo encontremos a Dios en nuestro dolor. Tambien podemos llegar a ser fieles a Él en tiempos de calma.
No hay mejor momento que ahora, esta misma temporada de Navidad, para que todos nosotros nos dediquemos de nuevo a los principios enseñados por Jesús el Cristo. Es el momento para amar al Señor, nuestro Dios, con todo nuestro corazón, y a nuestros vecinos como a nosotros mismos.