Citas de Thomas Carlyle
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El exterior muere, pero el interior es el mismo ayer, hoy y siempre.

El egoísmo es la fuente y resumen de todos los defectos y miserias.

En todo fenómeno el principio sigue siendo, siempre, el momento más notable.

Los ojos débiles son los que más aprecian los objetos relucientes.

El mundo es una república de las mediocridades, y siempre lo fue.

Todo lo que la humanidad ha hecho, pensado o sido: es mentir como en la mágica preservación en las páginas de los libros.

No pretendo entender el universo, es mucho más grande que yo.

¿La diferencia entre Sócrates y Jesús? El gran consciente y el infinitamente gran inconsciente.

La duda, de cualquier tipo, solo puede ser eliminada con la acción.

El silencio es el elemento en el que se produce grandes cosas; que en detalle pueden surgir, completamente formadas y majestuosas, hacia el deleite de la vida, la que a partir de entonces han de regir.

La felicidad de un hombre consiste no en la bendición externa y visible de la fortuna, sino en la perfección interna e invisible y en las riquezas de la mente.

Una vida bien escrita es casi tan rara como una bien gastada.

Lo que ves, pero no puedes ver por encima es prácticamente infinito.

La adoración es el asombro trascendente.

Nada crea autoestima y confianza en sí mismo como el logro.

Si un orador elocuente no habla la verdad, ¿existe alguna clase de objeto más horrible en la creación?.

La imaginación es pobre cuando tiene que partir compañía con la comprensión.

Si no deseas que un hombre haga algo, sería mejor que lo hicieras hablar sobre eso, entre mas habla el hombre, es mas probable que no haga nada mas.

La ciencia debe de haber originado con la sensación de que algo andaba mal.

Que cada uno se convierta en lo que fue creado capaz de ser.