Citas de Teresa de Calcuta

Difunde el amor donde quiera que vayas. No dejes que nadie venga a ti sin irse un poco mas feliz.

Una de las más grandes enfermedades es ser nadie para nadie.

Sé fiel a las pequeñas cosas, porque es en ellas donde yace tu fuerza.

Insistamos más en aumentar las fuentes de amor, de bondad, de comprensión, de paz. El dinero vendrá si primero buscamos el Reino de Dios — el resto se dará.

El amor empieza por cuidar de los más cercanos — los de casa.

Nosotros creemos que lo que estamos haciendo es sólo una gota en el océano. Pero el mar sería menos debido a falta de esa gota.

Permítanos tocar a los que mueren, los pobres, los solitarios y los indeseados de acuerdo a las bendiciones que hemos recibido, y no nos avergoncemos o seamos lentos para realizar el trabajo humilde.

Debe haber una razón por qué algunas personas pueden vivir bien. Deben de haber trabajado para ello. Yo sólo me enojo cuando veo desperdicio. Cuando veo gente tirando cosas que podríamos utilizar.

Palabras que no dan la luz de Cristo aumentan la oscuridad.

La soledad y la sensación de no ser aceptado, es la más terrible de las pobrezas.

Necesitamos encontrar a Dios, y él no se encuentra en el ruido y el desorden. Dios es amigo del silencio. Ver cómo la naturaleza, árboles, flores, hierbas, crece en silencio; ver las estrellas, la luna y el sol, cómo se mueven en silencio. Necesitamos hacer silencio para estar en contacto con el alma.

Algunas veces pensamos que la pobreza es sólo tener hambre, frío y no tener un lugar donde dormir. La pobreza de no ser reconocido, amado y protegido, es la mayor pobreza. Debemos comenzar en nuestros propios hogares a remediar esta clase de pobreza.

Si no tenemos paz es porque hemos olvidado que pertenecemos el uno al otro.

El milagro no es que hacemos éste trabajo, sino que estamos felices de hacerlo.

He descubierto la paradoja de que si amas hasta que duele, no puede haber más dolor, sólo más amor.

Siempre existe el peligro de que sólo podemos hacer el trabajo por el bien de la obra. Aquí es donde entran a jugar el respeto y el amor y la devoción — lo hacemos por Dios, por Cristo, y por eso tratamos de hacerlo tan hermosamente como sea posible.

Si desea que un mensaje de amor sea escuchado, tiene que ser enviado. Para mantener una lámpara ardiendo, tenemos que seguir poniendo aceite en ella.

Trato de darle a los pobres por amor lo que los ricos podrían recibir por dinero. No, no tocaría a un leproso por mil libras; sin embargo lo sano voluntariamente por el amor de Dios.

Encontrémonos siempre con una sonrisa, ya que la sonrisa es el principio del amor.

El amor intenso no mide, sólo da.