Citas de Rush Limbaugh
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Los Demócratas pueden lanzar los ataques verbales más reprensibles, mezquinos, viles, viciosos que se han visto en la política, y son elogiados por hacerlo.
Los estadounidenses no quieren Obamacare. Ha sido impuesto al pueblo norteamericano, a pesar de que los demócratas ya no controlan la Cámara Baja.
Los medios de comunicación no consiguen todo lo que quieren todo el tiempo. Los demócratas, ciertamente no. No ganan todas las elecciones, y no ganan cada batalla.
Si yo quisiera ser presidente, y si alguna vez lo tomara con seriedad, la mayor cosa que tengo a mi favor es que soy conservador.
Los periodistas son simplemente izquierdistas disfrazados de reporteros. Son activistas políticos disfrazados de reporteros.
El calentamiento global es una cuestión política. Es tanto una cuestión política hacia la izquierda como lo es el aborto. Es una cuestión política tan grande como lo es el cuidado de la salud.
Barack Obama pasa a ser el primer afroamericano, y la crítica de él es y siempre sería el racismo y por lo tanto crítica no permitida.
No puedo dar dinero para comprar oyentes. No puedo pagar a los oyentes con teléfonos o estampillas de comida o cualquier cosa. No puedo llegar a mi audiencia comprándola.
Todo el mundo asume que lo sé todo, así que me envían estas notas de vez en cuando, y no sé de que están hablando.
Los estándares están cayendo por todas partes, y no importa. Se hace lo necesario para elevar a Obama.
Los periodistas están tan dedicados a Obama. Son tan aduladores que están preocupados sobre su acceso.
El estilo de vida de los Kennedy es algo que se contempla favorablemente por las élites a lo largo de nuestra cultura, política y social.
Creo que me estoy convirtiendo en un psicólogo explicando el Partido Republicano. Es la única manera de la que uno puedes explicarlos. Es algo psicológico.
Cuando los Estados Unidos hacen cosas que mejor sirven su interés, se le odia. Lo siento, pero eso sí me molesta.
A veces desearía no ser tan lógico como soy y desearía no ser tan inteligente como soy, porque sería feliz.
Yo siempre he creído en la vieja usanza: cuando tienes malandros en la oficina, los echas hacia fuera.
