Ver en sí mismo es un movimiento.
La luz en la naturaleza crea el movimiento de los colores.
Nuestro entendimiento es correlativo a nuestra percepción.
El impresionismo es el nacimiento de la luz en la pintura.
La visión es el verdadero ritmo creativo.
La naturaleza genera la ciencia de pintar.
La pintura es por su naturaleza un lenguaje luminoso.