Citas de Richard Bach

El vínculo que une a tu verdadera familia no es de sangre, sino de respeto y alegría en la vida de los demás.

He aquí una prueba para saber si tu misión en la tierra ha terminado: Si estás vivo, no ha terminado.

Pelea por tus limitaciones y seguramente son tuyas.

Para traer algo a tu vida, imagina que ya está ahí.

Siempre eres libre de cambiar de opinión y elegir un futuro, o un pasado diferente.

Las historias de amor verdadero nunca tienen final.

Permite que el mundo viva como este lo desee y permítete a tí mismo vivir como tú lo desees.

Tu conciencia es la medida de la honradez de tu egoísmo. Escúchala cuidadosamente.

Enseñas mejor lo que más necesitas aprender.

Si tu felicidad depende de lo que hace otra persona, creo que tienes un problema.

La felicidad es la recompensa que obtenemos por vivir en por derecho más alto que conocemos.

No hay errores. Los eventos que traemos a nosotros mismos, sin importar lo desagradable que sean, son necesarios para aprender lo que tenemos que aprender. Cualquiera sean las medidas que tomemos, son necesarias para llegar a los lugares a los que hemos decidido ir.

Es evitando pensar siempre en ti mismo, si es que puedes lograrlo, que de alguna manera podrías ser feliz. Hasta que hagas lugar en tu vida para alguien que sea tan importante para ti como lo eres tú mismo, vivirás siempre en la búsqueda y perdido.

Lo que la oruga llama el final del mundo, el maestro lo llama mariposa.

He aquí el examen para saber si tu misión en la Tierra ha acabado: si estás vivo, no ha acabado.

Lo mismo con quien ha estado volando durante años y todavía le encanta... Somos parte de un mundo que amamos profundamente. Tal como los músicos se sienten sobre las partituras y melodías, los bailarines sobre los pasos y el flujo de la música, así somos uno con el principio del vuelo, ¡la magia de estar arriba en el viento!

Tu única obligación en toda la vida es ser fiel a ti mismo. Ser fiel a cualquier otra persona o cosa no sólo es imposible, pero es la marca del Mesías falso.

Pregúntate a ti mismo el secreto de tu éxito. Escucha tu respuesta y practícala.

Uno no desea un millón de respuestas como tampoco desea unas pocas preguntas eternas. Las preguntas son diamantes que uno sostiene ante la luz. Estudia una vida entera y uno ve diferentes colores desde la misma joya.

No quiero hacer negocios con aquellos que no tienen ganacias, porque no pueden dar el mejor servicio.