La reforma nace de la necesidad, no de la lástima.
Fue parte de tu religión odiar a los británicos.
Pero recuerda, no soy ningún político, y no adivino en las almas.
El único héroe conocido a mi niñez era Henry Clay.
El sol, la tierra, el amor, los amigos, nuestra propia respiración son partes del banquete.
Seguramente, ningún hombre tiene una memoria tan corta como el estadounidense.