El engaño es el juego de los espíritus mezquinos, y esa es por naturaleza una cualidad de la mujer.
Aquellos que perdonan fácilmente invitan a ofensas.
El amor es un tirano que no perdona a nadie.
Muchas veces uno calma su pena relatándola.
El peligro se reproduce mejor cuando hay exceso de confianza.
Todo hombre valiente es un hombre de palabra.
El deseo aumenta cuando el cumplimiento se aplaza.
Es necesario tener buena memoria para mantener una mentira.
No he merecido ni tanto honor, ni tanta desgracia.
Uno debe tener una buena memoria cuando ha dicho una mentira.
Cuando el paciente ama su enfermedad, que poco quiere que se le de un remedio.
Cuanto mayor sea el esfuerzo, mayor será la gloria.
Cumple con tu deber y deja el resto al cielo.
Cuando no hay ningún riesgo en la lucha, no hay ninguna gloria en el triunfo.
El que juega a ser asesor no puede ser embajador.
Triunfamos sin gloria cuando conquistamos sin peligro.
Vencer sin peligro es triunfar sin gloria.