Citas de Oscar Wilde
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La función del artista es inventar, no hacer una crónica.

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La mujer comienza por resistir los avances de un hombre y termina por bloquear su retirada.

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No hay nada más difícil de casar que una nariz grande.

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Tengo un comedor hecho en distintos tonos de blanco, con cojines blancos bordados en seda amarillo: el efecto es absolutamente encantador y la habitación es hermosa.

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En América el Presidente reina durante cuatro años, y el periodismo gobierna eternamente y para siempre.

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La verdad es pocas veces pura y nunca simple.

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La risa no es en absoluto un mal comienzo para una amistad, y es por mucho el mejor final para uno.

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La experiencia es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores.

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La única diferencia entre el santo y el pecador es que cada santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro.

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El patriotismo es la virtud de los violentos.

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Si una mujer se ve diez años más joven que su propia hija, está totalmente satisfecha.

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La ambición es el germen del que procede todo el crecimiento de la nobleza.

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Nada es más irritante que la calma.

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Veo cuando los hombres aman a las mujeres. Les dan solamente muy poco de sus vidas. Pero las mujeres cuando aman lo dan todo.

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La riqueza común puede ser robada; la riqueza real, no. En tu alma hay cosas infinitamente preciosas que nadie podrá quitarte.

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Las mujeres nunca son desarmadas por los elogios. Los hombres siempre lo son. Esa es la diferencia entre los sexos.

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No tengo nada que declarar, excepto mi genio.

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La técnica es en verdad personalidad. Esa es la razón por la que el artista no puede enseñar, por la que el alumno no puede aprender, y por la que la crítica estética puede entenderlo.

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Los viejos lo creen todo, los de edad mediana sospechan de todo, los jóvenes todo lo saben.

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Un hombre no puede creer lo imposible, pero el hombre no puede creer lo improbable.

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