Citas de Mitt Romney
(página 10)
Si soy electo el Presidente de los Estados Unidos, voy a trabajar con toda mi energía y mi alma para restaurar a Estados Unidos, para levantar nuestros ojos hacia un futuro mejor. Ese futuro es nuestro destino. Ese futuro está ahí. Nos está esperando. Nuestros hijos se lo merecen, nuestra nación depende de eso, la paz y la libertad del mundo lo requieren.
Si fuera mi elección, yo no votaría para que Rusia sea la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno o los Juegos Olímpicos de Verano. Pero no es mi opción.
El siglo XXI puede y debe ser un siglo americano. Comenzó con terror, guerra y desastre económico. Es nuestro deber mantenerlo en el camino de la libertad, la paz y la prosperidad.
Si nos convertimos en una de esas sociedades que atacan el éxito, ¿no sería seguro que tendríamos mucho menos éxito? Y eso no es lo que somos.
Creo que si América no dirige, los otros lo harán — otros que no comparten nuestros intereses y nuestros valores — y el mundo crecerá más oscuro, para nuestros amigos y para nosotros.
Es la oportunidad. Es la oportunidad, no un cheque del gobierno: es la oportunidad la que siempre ha impulsado a América y nos ha definido como estadounidenses.
Cuando el Presidente Kennedy desafió a los estadounidenses a ir a la luna, la pregunta no era si se iba a poder llegar, solo era cuándo se llegaría.
Pasaré los próximos cuatro años reconstruyendo los cimientos de una sociedad oportuna dirigida por gente libre y empresas libres.
El país ya tiene un líder que nos divide con la política amarga de la envidia. Tenemos que ofrecer una visión alternativa.
Creo que el esfuerzo de seguir buscando una ley que de alguna manera haga desaparecer la violencia falla en comprender el problema.
Toda mi vida ha sido de aprender a dirigir, de mis padres, mi educación, a la experiencia que tuve en el sector privado, a ayudar a ejecutar los Juegos Olímpicos y luego por supuesto ayudando a dirigir un estado.
La libre empresa ha hecho más para sacar a las personas de la pobreza, para ayudar a construir una clase media fuerte, para ayudar a educar a nuestros hijos y mejorar nuestras vidas que todos los programas de gobierno combinados.
Engrapa una tarjeta verde en su diploma — ¡bienvenido a los Estados Unidos de América! Queremos esas personas en nuestro país.
La libertad religiosa es la primera libertad en nuestra Constitución. Si la causa es justicia para los perseguidos, compasión por los necesitados y los enfermos, o misericordia para el niño esperando nacer, no hay ninguna fuerza mayor para el bien de la nación que la conciencia cristiana en acción.