Crecí frente a los ojos de todos en la UFC.
No lloro por nada.
Mis entrenadores merecen mucho respeto.
Creo que soy el mejor chico del mundo.
Nunca rechacé una pelea en mi vida.
No creo en chicos esperando pequeñas oportunidades.
Todos quieren drama. Todos viven por el drama.
Soy un peleador. Entro al cuadrilátero y hago una cosa.
Un nutricionista es caro, pero es dinero bien gastado.
Creo que la UFC hace un buen trabajo en apoyarme.