Citas de Marcel Proust
El verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes sino en tener nuevos ojos.
No recibimos sabiduría; nosotros debemos descubrirla por nosotros mismos después de un viaje que nadie puede tomar por nosotros o del que nos pueda liberar.
Seamos agradecidos a las personas que nos hacen felices, que ellos son los jardineros encantadores que hacen nuestras almas florecer.
No porque otras personas estén muertas significa que nuestro cariño por ellos se debilite, sino porque nosotros mismos nos estamos muriendo.
Como todo el mundo que no está enamorado, él pensó que uno escogía al ser amado después de interminables deliberaciones y sobre la base de cualidades o ventajas particulares.
Ningún exilio al polo sur o a la cumbre del Mont Blanc nos separa más efectivamente de los demás que la práctica de un vicio oculto.
Es en momentos de enfermedad que estamos obligados a reconocer que no vivimos solos sino encadenados a una criatura de un reino diferente, mundos enteros nos separan, no tiene conocimiento de nosotros y nos es imposible hacernos entender por él: nuestro cuerpo.
Siempre y cuando los hombres sean libres de preguntar lo que deben, libres de decir lo que piensan, libres de pensar lo que harán, la libertad nunca puede perderse y la ciencia nunca puede retroceder.
El hábito es una segunda naturaleza, que nos impide conocer la primera, de la cuál no posee ni las crueldades ni los encantos.
Las mentiras son esenciales para la humanidad. Tal vez sean tan importantes como la búsqueda del placer y encima de todo, se rigen por esa búsqueda.