He sido muy bendecido en mi vida personal y en mi carrera y nunca he sido ingrato por lo que tengo.
Estoy en un constante estado de gratitud.
Me impulsa la lírica, no lo musical.
Nuestras acciones son el terreno en el que caminamos.
Tan solo soy un actor. No soy nada especial.
Raramente paga el alquiler haciendo Shakespeare o Ibsen.
Todas las experiencias que tengo influyen en todo lo que hago.
Mi sueño se ha hecho realidad, ahora que lo he heredado.
El gran amor de mi vida es la música.
Todavía temgo la espada de Iñigo Montona, ¡Es mía!
Si está enfermo, mire películas graciosas.
La música es mi equilibrio... es el centro de mi vida.
Soy judío y puedo cantar y estoy vivo.
Yo no crecí cantando en Yiddish.
Durante toda su vida, mi madre fue una gran cocinera y una gran panadera.
Soy una persona obsesiva. Me gusta la intensidad.
Las películas eran una lucha para mí, no vinieron fácil.