Citas de Lyndon B. Johnson

Creo que podemos seguir la Gran Sociedad mientras luchamos en Vietnam.

Quiero hacer una declaración política. Sin vergüenza, estoy a favor de las mujeres.

Ser presidente es como ser un idiota en una tormenta de granizo. No hay nada que hacer solo pararnos allí y tomarlo.

Cuando las cosas no te han ido bien, llama a una secretaria o un empleado y desahógate con ella o con él. Dormirás mejor y ellos apreciarán la atención.

Concluir que las mujeres no están aptas a la tarea de nuestra sociedad histórica, me parece el equivalente de cerrar los ojos masculinos a las realidades femeninas.

Cuando las cargas de la presidencia me parecen excepcionalmente pesadas, siempre me recuerdo que podría ser peor. Podría ser un alcalde.

En nuestra casa siempre hubo oración — en voz alta, con orgullo y sin pedir disculpas.

Esta administración aquí y ahora le declara la guerra incondicional a la pobreza.

Ningún miembro de nuestra generación que no era un comunista o uno que abandonó la escuela en los años treinta es digno de algo.

Sólo dos cosas son necesarias para mantener feliz a la esposa de uno. Una es dejarla pensar que se está saliendo con la suya, y la otra es dejarla que lo haga.

Si una mañana caminase sobre las aguas del río Potomac, el titular del períodico de esa tarde diría: "El presidente no sabe nadar".

Cuando era joven, la pobreza era tan común que no sabíamos que tenía un nombre.

La educación no es un problema. La educación es una oportunidad.

Haré mi mejor esfuerzo. Eso es todo lo que puedo hacer. Les pido su ayuda — y la de Dios.

Estoy preocupado por el hombre entero. Estoy preocupado por lo que puede hacer la gente si utilizan al gobierno como un instrumento, como una herramienta para la construcción del hombre entero. Creo que eso significará una mejor sociedad y un mundo mejor.

Nuestro error más trágico pudo haber sido nuestra incapacidad para establecer una buena relación y confianza con la prensa y la televisión con los medios de comunicación. No creo que la prensa me ha entendido.

Esta guerra no es de Johnson. Esta guerra es de América. Si yo cayera muerto mañana, esta guerra permanecerá con ustedes.

Nuestros números se han incrementado en Vietnam, porque la agresión de otros se ha incrementado en Vietnam. No hay, y no habrá, un aumento sin sentido.

John F. Kennedy fue víctima del odio que era parte de nuestro país. Es una enfermedad que ocupa las mentes de unos pocos pero pone en peligro a muchos.

Quien no lucha cuando el Presidente lo llama, merece ser pateado de vuelta a su agujero y permanecer guardado allí.