Citas de Joyce Meyer
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Si vas a hacer lo que Dios te dice que hagas, no hay ninguna persona en la tierra ni hay diablo en el infierno que pueda evitarte de tener lo que Dios quiere que tengas.
Cuando sientes que es muy difícil obedecerle a Dios, recuerda que él nunca te pedirá que hagas algo sin darte la gracia, el poder y la capacidad para hacerlo.
No hay ninguna esperanza de que nadie vaya al cielo a menos que crean en esta verdad que presento. No puedes ir al cielo si no crees con todo tu corazón que Jesús tomó tu lugar en el infierno.
Muy pronto en mi vida, tenía el alma rota. Fui abusada por mi padre, abandonada por mi madre y acabé en un primer matrimonio destructivo. Cuando tenía 23 años, mi alma estaba rota. No sabía cómo pensar correctamente.Me sentía mal por todo. Pero Dios entró en mi vida, y salí del otro lado y ni si quiera olía a humo.
Algunas personas tienen dificultades para deshacerse de las cosas. Si tú eres uno de ellos, reza para que Dios pueda darte el coraje para deshacerte de cosas que no necesitas o que Él quiere que regales. Esto ayudará a mantener tu entorno organizado y ordenado.
Cada vez que damos un paso atrevido para hacer cambios, nos tomamos el riesgo de poder fallar. Pero la única manera de mejorar es probando.
La simplicidad es la clave para evitar complicaciones. Parte de la definición de simplicidad es 'no complejo o complicado; sincero'.
Las cosas en sí mismas no tienen ninguna vida. Un coche no puede confortar o animar. Una casa no significa nada si no hay vida y amor en su interior.
Estoy seguro de que la mayoría de los padres les leen a sus hijos para explicarles lo que significan ciertas cosas. Por lo tanto, los libros son una buena manera de transmitir un mensaje a cualquiera. Todo el mundo lee.
No creo que ni siquiera la gente atea se de cuenta de lo que sería una sociedad sin la influencia atea.
Los individuos tienen que estar dispuestos a enfrentar la verdad sobre sus actitudes, comportamientos, incluso lo que queremos de la vida.
Cuando se ora al Espíritu Santo para que él le conscientice de los pensamientos que vienen a su mente que no se alinean con la palabra de Dios, usted comenzará a darse cuenta cuándo es que vienen esos pensamientos y usted podrá renovar su mente con la palabra.
Cuando se trata de nuestros hábitos cotidianos, es importante preguntarse: '¿Estoy poniendo a Dios primero?'