Las enfermedades son el impuesto sobre los placeres.
Las buenas palabras enfríen más que el agua fría.
Incluso si vas por el camino correcto, te atropellarán si te quedas ahí sentado.
Nunca llegues a un compromiso con los problemas.
En mil libras de ley no hay una onza de amor.
Industria es la mano derecha de la fortuna y la frugalidad es la izquierda.
Nada es inventado y perfeccionado al mismo tiempo.
A la desdicha le encanta la compañía.
La belleza es poder; una sonrisa es su espada.