Citas de John Henrik Clarke
Un buen maestro, como buen artista, primero debe capturar la atención de su público; luego puede enseñar su lección.
Las personas poderosas no pueden permitirse educar a la gente a la que oprimen, porque una vez que estas verdaderamente educado, no pedirás tener poder: lo tomarás por la fuerza.
Para oprimir a un pueblo, primero tienes que convencerlos de que se supone que ellos deben ser oprimidos.
La historia no es todo, pero es un punto de partida. La historia es un reloj que usa la gente para contar su hora del día política y cultural. Es una brújula que utilizan para localizarse ellos mismos en el mapa de la geografía humana. Se les dice dónde están pero, más importante aún, lo que deben ser.
Lo que he aprendido es que un montón de gente con título no sabe absolutamente nada, y mucha gente sin título es brillante.
Si de alguna manera soy líder en un campo, es en el área de desarrollo curricular, guías de estudio y otros materiales de enseñanza.
Mi amorosa hermana Mary siempre ha compartido el dolor y el placer de mis latidos del corazón de una manera única y especial. Hemos cantado canciones tristes y cálidas juntos.
Hubo un tiempo en el que todas las personas de piel oscura eran llamadas etíopes, ya que los griegos se referían a África como 'La tierra de las personas de la cara quemada'.
El papel de las religiones en la dominación y la destrucción de las civilizaciones africanas fue despiadado... El Islam fue tan culpable como todas las demás.
Egipto dio a luz a lo que más tarde se conocería como "Civilización occidental", mucho antes de la grandeza de Grecia y Roma.
Nada que la mente europea haya jamás concebido tenía la intención de hacer nada más que facilitar el control europeo sobre el mundo.
Hay algunos largos silencios en las películas escandinavas y algunas japonesas, cuando la audiencia sabe que la acción está teniendo lugar, pero la audiencia no oye ninguna acción.
En los años finales del siglo XIX, historiadores afroamericanos comenzaron a mirar la historia de su gente desde su propia mirada y perspectiva.
Cuestiono el juicio político de aquellos que tendrían la desfachatez de pintar a Cristo de blanco con su nariz, labios y pelo rebelde que obviamente son africanos.
Cada vez que tu te entregas a tu propio concepto de Dios, ya no eres un hombre libre. Nadie necesita poner cadenas en su cuerpo, porque las cadenas están en tu mente.