Citas de Joel Osteen
(página 2)

La vida es una lucha. Es una buena batalla de fe.

Muchos de los hijos de los predicadores son algunos de los niños más rebeldes del mundo. Yo nunca fui así.

Soy un reverendo y un pastor. Un pastor de la iglesia. En general me llaman pastor.

No discuto cuando la gente dice que mi mensaje es simple, pero creo que el mensaje de Jesús era simple.

Mi papá tenía una iglesia de 90 personas cuando yo nací. Fue justo, con los años siguió creciendo.

El mormonismo es un poco diferente, pero todavía los veo como hermanos en Cristo.

No viajo por el camino de la condena.

No solo quiero predicarle a la iglesia. Siento que tengo un mensaje más amplio.

Creo que las Sagradas Escrituras dicen que ser homosexual es un pecado.

Sabes, hay momentos donde sientes desánimo y que las cosas están en tu contra, pero no sé si en algún momento he querido tirar la toalla.

Siempre he creído en Dios.

No sé qué puede ser tan peligroso en dar esperanza a la gente.

Tomé la decisión, cuando mi padre falleció, de que iba a ser lo que Dios quería de mí y no tratar de predicar como mi padre.

A veces cuando toma posturas fuertes, si no está invitado a hacerlo, está dividiendo al público al que trata de llegar.

Creo que los principios bíblicos son principios para la vida.

Estoy tratando de hacer a Dios más relevante en nuestra sociedad.

Yo creo que la justicia de Dios es corregir nuestros males.

Siempre he sido — usted lo sabe, mi personalidad es motivadora y alentadora. Y tan sólo estoy siendo quien Dios me hizo ser.

Voy a dejar que Dios sea juzgue quie va al cielo o al infierno.

Los domingos, cuando hablo, tengo la esperanza de que le estoy brindando algo a alguien para que lo aplique al día siguiente en el trabajo o en la casa.