Citas de Jim Rohn

El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. El aprendizaje es el comienzo de la salud. El aprendizaje es el comienzo de la espiritualidad. Buscando y aprendiendo es como comienza todo el proceso milagroso.

O diriges el día o el día te dirige a ti.

Si no te agradan cómo están las cosas, ¡cámbialas! No eres un árbol.

No puedes cambiar tu destino de la noche a la mañana, pero sí puedes cambiar tu dirección inmediatamente.

La comunicación efectiva es 20% lo que sabes y 80% cómo te sientes con respecto a lo que sabes.

Las cosas buenas que construímos terminan construyéndonos.

Trabaja más duro en ti mismo de que lo que lo haces en tu profesión.

El tiempo vale más que el dinero. Puedes conseguir más dinero, pero no puedes conseguir más tiempo.

Los muros que construimos alrededor de nosotros para no dejar entrar a la tristeza también impide que entre la alegría.

La educación formal le hará ganarse la vida; la educación autodidacta le hará ganarse una fortuna.

Si no diseñas tu propio plan de vida, lo más probable es que caigas en el plan de otra persona. ¿Y adivina lo que esta tiene planeado para ti? No mucho.

No desee que fuera más fácil, desee que fuera mejor.

Son las velas, no la dirección del viento, que determinan a dónde vamos a ir.

Debes tomar responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero te puedes cambiar a ti mismo. Eso es algo de lo que debes hacerte cargo.

La madurez es la habilidad de cosechar sin disculpas y no quejarse cuando las cosas no van bien.

Cuida tu cuerpo. Es el único lugar que habitas.

El éxito no es mágico ni misterioso. El éxito es la consecuencia natural de aplicar consistentemente los fundamentos básicos.

Todos debemos sufrir uno de dos dolores: el dolor de la disciplina o el dolor del pesar.

Aprovecha cada oportunidad para practicar tus habilidades de comunicación para que cuando se presenten las ocasiones importantes, tengas el don, el estilo, la nitidez, la claridad y las emociones para influir sobre otras personas.

Si no tienes ganas de arriesgar lo extraordinario, tendrás que aceptar lo ordinario.