Citas de Jane Austen
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Ningún hombre es ofendido por la admiración de otro hombre a la mujer que ama; es la mujer sola la que lo puede hacer un tormento.
La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque las palabras se usan frecuentemente como sinónimo. Una persona puede ser orgullosa sin ser vanidosa. El orgullo se refiere más a la opinión que tenemos sobre nosotros mismos; la vanidad, a lo que queremos que los demás piensen de nosotros.
¡Qué bueno que poseas el talento de adulación con delicadeza! ¿Puedo preguntarte si estas atenciones agradables proceden del impulso del momento, o si son el resultado de un estudio previor?
Una mente alegre y contenta, se conforma con no ver nada, y no puede ver nada que no sepa responder.
Las mujeres solteras tienen una propensión terrible a ser pobres, lo cual es un argumento muy sólido a favor del matrimonio.
Hay mucho de que compadecer a los que no le han dado un gusto por la naturaleza temprano en la vida.
Verse casi bella es una adquisición de mayor placer para una chica que pasado los primeros quince años de su vida viéndose insulsa, que la que puede recibir una belleza desde su cuna.
Uno no ama un lugar menos por haber sufrido en él, a menos que todo haya sido sufrimiento, solo sufrimiento.
Las jovencitas, con toda su alegría y naturalidad, no pueden resultarle a un hombre acostumbrado al trato de mujeres sensibles. Son dos modos distintos de ser.
No quiero que la gente sea muy agradable, ya que me ahorra la molestia de que me caigan bastante bien.
Walter Scott no tiene derecho a escribir novelas, especialmente novelas buenas. No es justo. Tiene fama y fortuna suficiente como poeta y no debe quitar el pan de la boca de otras personas.
Cuanto más conozco al mundo, más me convenzo de que nunca veré a un hombre a quien realmente pueda amar.