Citas de James E. Faust
A los que creen pero desean que su creencia se fortalezca, les insto a caminar en la fe y confianza en Dios. El conocimiento espiritual siempre requiere un ejercicio de fe.
El beneficio total del perdón del pecado mediante la expiación del Salvador empieza con el arrepentimiento y el bautismo y luego se expande al recibir el Espíritu Santo.
El discipulado no proviene ni de posiciones de prominencia ni riqueza ni aprendizaje avanzado. Los discípulos de Jesús vinieron de todas las clases.
Cuando decimos mentiritas blancas, nos volvemos progresivamente daltónicos. Es mejor permanecer callado que engañar.
La esperanza es la confianza en las promesas de Dios, fe en que si actuamos ahora las bendiciones deseadas se cumplirán en el futuro.
La gran obra vicaria para nuestros parientes muertos en nuestros templos demuestra ambas la justicia y la equidad del evangelio de Jesucristo.
Un líder debe ser un buen oyente. Él debe estar dispuesto a asesorarse. Él debe mostrar una verdadera preocupación y amor para aquellos que están bajo su administración.
Desafortunadamente, algunas de nuestras tribulaciones más grandes son el resultado de nuestra propia necedad y debilidad y ocurren debido a nuestro propio descuido o transgresión.
La esperanza es el ancla de nuestra alma. No conozco a nadie que no necesite esperanza: joven o anciano, fuerte o débil, rico o pobre.
Mantener sagrado el día de reposo es mucho más que simple descanso físico. Se trata de adoración y renovación espiritual.
Hacer trampa en la escuela es una forma de autoengaño. Vamos a la escuela para aprender. Nos engañamos a nosotros mismos cuando nos valemos de los esfuerzos y de la beca de otra persona.
En esta vida, tenemos que tomar muchas decisiones. Algunas son decisiones muy importantes. Algunas no son. Muchas de nuestras elecciones son entre el bien y el mal. Las decisiones que tomamos, sin embargo, determinan en gran parte nuestra felicidad o nuestra infelicidad, porque tenemos que vivir con las consecuencias de nuestras elecciones.
No se puede medir la profundidad del amor de los padres para sus hijos. Ninguna otra relación se le asemeja. Supera la preocupación por la vida en sí misma. El amor de un padre para con sus hijos es continuo y trasciende el sufrimiento y la decepción.
La feminidad no es sólo lápiz labial, peinados elegantes y ropa de moda. Es el adorno divino de la humanidad. Encuentra expresión en sus cualidades de tu capacidad de amor, su espiritualidad, delicadeza, resplandor, sensibilidad, creatividad, encanto, gracia, dulzura, dignidad y fuerza tranquila.
Algunas de nuestras decisiones importantes tienen una línea de tiempo. Si nos demoramos en una decisión, la oportunidad se ha ido para siempre. A veces nuestras dudas nos impiden tomar una decisión que implica el cambio. De esa manera se podría perder la oportunidad.
Si no existiera la noche, no apreciaríamos el día, ni podríamos ver las estrellas y la inmensidad de los cielos. Debemos participar de lo amargo con lo dulce. Hay un propósito divino en las adversidades que nos encontramos cada día. Ellos preparan, purgan, purifican y por lo tanto ellos bendicen.
La honestidad es más que no mentir. Es decir la verdad, hablar la verdad, vivir la verdad y amar a la verdad.
Para ser buen padre y buena madre se requiere que los padres posterguen muchas de sus propias necesidades y deseos en favor de las necesidades de sus hijos. Como consecuencia de este sacrificio, los padres concienzudos desarrollan una nobleza de carácter y aprenden a poner en práctica las verdades que se basan en el desinterés enseñadas por el Salvador mismo.
Estamos bombardeados por todos lados por un gran número de mensajes que no queremos o necesitamos. En un sólo día se genera más información de la que necesitamos en toda una vida. Para disfrutar plenamente de la vida, todos nosotros debemos encontrar nuestro propio espacio de respiro y paz mental.