Citas de Henry David Thoreau

No es hasta que estamos perdidos que empezamos a entendernos a nosotros mismos.

Si un hombre no mantiene el ritmo con sus compañeros, quizás sea porque escucha un tambor diferente. Déjenlo dirigirse a la música que escucha, a pesar de la distancia y el compás.

El cielo está bajo nuestros pies, así como sobre nuestras cabezas.

El lenguaje de la amistad no son palabras sino significados.

Cuando escucho música, no temo a ningún peligro. Soy invulnerable. No veo ningún enemigo. Estoy relacionado a los primeros tiempos y a los últimos.

La riqueza es la capacidad de experimentar plenamente la vida.

He descubierto que ningún movimiento de las piernas puede aproximar a dos mentes.

Si uno avanza con confianza en la dirección de sus sueños y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, encontrará el éxito inesperado a horas comunes.

Es notable cómo la historia del manzano está conectada con la del hombre.

En las relaciones humanas la tragedia comienza, no cuando hay un malentendido acerca de las palabras, sino cuando el silencio no es entendido.

No sólo seas bueno — sé bueno para algo.

Como si pudieras matar el tiempo sin dañar la eternidad.

La juventud junta sus materiales para construir un puente hacia la luna, o, acaso, un palacio o un templo en la tierra y, en longitud, el hombre de mediana edad concluye para construir una leñera con ellos.

El ser es el gran explicador.

¿Qué puede hacer el hombre que está insatisfecho consigo mismo?

Dios reina cuando tomamos una visión liberal, cuando se nos presenta una visión liberal.

¿Es joven el guapo? Al contemplarlo, se parece más venerable que el hombre más viejo.

Las fibras de todas las cosas tienen su tensión y se tocan como las cuerdas de un instrumento.

¿No debería ser inteligente con la tierra? ¿Acaso no soy también hojas y follaje?

No es suficiente estar ocupado. Así mismo están las hormigas. La pregunta es: ¿Sobre qué estamos ocupados?