En México, se está al borde de la muerte todo el tiempo.
El amor es amor. Y es mucho mejor que el odio y el miedo.
Para mí, las películas son libros. Son textos para ser consultados.
Yo estaba dirigiendo antes de saber que se llamaba así.
Yo empecé cuando tenía ocho años, haciendo películas de super 8.
Soy un monaguillo no practicante.
Bueno, creo que los efectos son herramientas.
No es natural negar el esfuerzo, la adversidad y el dolor.
No existe nada más político que la fantasía.
Hay belleza y humildad en la imperfección.
Los monstruos son los santos patronos de la imperfección.
Me encantaría volver como el fantasma más molesto de todos.
Para mí, los monstruos son criaturas evangélicas.