Citas de Gabriel García Márquez

La interpretación de nuestra realidad a través de patrones que no son nuestros sirve solo para hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios.

La necesidad tiene la cara de un perro.

No es cierto que la gente deja de perseguir sus sueños porque envejecen, envejecen porque dejan de perseguir sus sueños.

Si Dios no hubiera descansado el domingo, habría tenido tiempo de terminar el mundo.

El problema con el matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor y debe reconstruirse cada mañana antes del desayuno.

Lo que importa en la vida no es lo que te sucede sino lo que recuerdas y cómo lo recuerdas.

No, rico no. Soy un hombre pobre con dinero, que no es lo mismo.

Un hombre sabe cuándo esta envejeciendo porque empieza a verse como su padre.

La memoria del corazón elimina lo malo y aumenta lo bueno.

Nadie merece tus lágrimas, pero quien las merezca realmente no te hará llorar.

Los trucos necesarios para transformar lo que parece fantástico e increíble a algo verosímil, creíble, los aprendí del periodismo. La clave es decirlo directo. Es realizado por periodistas y gente del campo.

El que espera demasiado no puede tener grandes expectativas.

Todo lo que entra en mi boca parece que me engorda, todo lo que sale de mi boca me avergüenza.

Un hombre madrugador es un buen esposo pero un mal marido.

Las inyecciones son lo mejor que jamás se ha inventado para alimentar a los médicos.

Una persona no muere cuando debe sino cuando puede.

Yo no creo en Dios, pero tengo miedo de él.

La fama es muy agradable, pero lo malo es que dura 24 horas al día.

Siempre recuerde que lo más importante en un buen matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad.