Citas de Friedrich Nietzsche
(página 3)
Mido la fuerza de voluntad mediante la cantidad de resistencia, dolor, tortura que aguanta y sabe como puede volverlas a su favor.
Juicios, juicios de valor sobre la vida, a favor o en contra, en última instancia nunca pueden ser verdaderos: poseen valor sólo como síntomas, entran en consideración solamente como síntomas — en sí mismos estos juicios son estupideces.
El día de hoy me amo como amo a mi Dios: ¿quién podría cobrarme un pecado en este día? Solo conozco pecados contra mi Dios; pero, ¿quién conoce a mi Dios?
No odiamos mientras todavía atribuyamos un valor menor, pero solo cuando atribuimos un valor igual o mayor.
Un gran valor de la antigüedad se basa en el hecho de que sus escrituras son las únicas que los hombres modernos aún leen con exactitud.
Quien haya sido testigo del ideal de otro se convierte en su juez inexorable y como si fuese su mala conciencia.
El mundo mismo es la voluntad de poder — ¡y nada más! Y tú mismo eres la voluntad de poder — ¡y nada más!.
Para que el arte exista, para que cualquier tipo de actividad estética exista, es indispensable cierta condición fisiológica previa: la intoxicación.
Nada ha sido comprado con tantas ganas que el ápice de razón y el sentido de libertad que hoy componen nuestro orgullo.
Soy un noble Polaco de pura sangre sin una sola gota de sangre mala — ciertamente no sangre alemana.
Detrás de toda su vanidad personal, las mujeres tienen siempre un menosprecio impersonal para la mujer.
¿Wagner es un ser humano? ¿Acaso no es más bien una enfermedad? Contamina todo lo que toca — hizo que la música enfermara.
