Citas de Ezra Taft Benson

Cristo cambia a los hombres, ¿quién entonces cambia su entorno ?. El mundo formaria el comportamiento humano, pero Cristo puede cambiar la naturaleza humana.

La gran tarea de la vida es aprender la voluntad del Señor y luego hacerla.

Años de felicidad pueden perderse en la tonta gratificación de un deseo momentáneo de placer.

Cuando la obediencia deja de ser una molestia y se convierte en nuestra búsqueda, en ese momento Dios nos dotará con poder.

La verdad es la verdad, ya sea que se etiquetada como 'ciencia' o 'religión'.

Las grandes batallas pueden formar grandes héroes y heroínas.

El orgullo es un pecado que vemos fácilmente en otros pero que rara vez admitimos en nosotros mismos.

No puedes ayudar a la gente haciendo permanentemente por ellos lo que pueden y deben hacer por sí mismos.

¿Eres honesto con el Señor en el pago de sus diezmos? Vivir esta ley divina traerá tanto bendiciones espirituales como materiales.

Las madres juegan un papel importante como el corazón de la casa, pero esto de ninguna manera disminuye el papel igual de importante que los padres deberían desempeñar, como cabeza del hogar, en la criar, formar y amar a sus hijos.

La gran prueba de la vida es la obediencia a Dios.

Cristo quitó el Ser como fuerza de Su vida perfecta. Era, 'hágase no mi voluntad, sino la tuya'.

Dios vive. Sé que él vive. Sé que Jesús es el Cristo y el Redentor del mundo.

La virtud es similar a la santidad, un atributo de la piedad.

Muchas novelas y publicaciones modernas son corruptores de la moral o tergiversadores de la verdad.

Ciertamente ningún niño debería temer a su propio padre, especialmente a un padre de sacerdocio. El deber de un padre es hacer de su hogar un lugar de felicidad y alegría.

Usted no puede hacer mal y sentirse bien. ¡Es imposible!

El orgullo es feo. Dice, "Si tú tienes éxito, yo soy un fracaso".

Cuando eliges seguir a Cristo, decides cambiar.

La Fe en el Señor Jesucristo es el fundamento sobre el cuál debe construirse el arrepentimiento sincero y significativo. Si verdaderamente buscamos alejarnos del pecado, primero debemos buscar a quien es el autor de nuestra salvación.