Citas de Erica Jong
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¿Vale algo una moneda si nadie la quiere? Solíamos comprar zapatos en Italia. ¿Recuerdas?

Tengo una nariz muy sensible. Me identifico con los perros. Entiendo al mundo a través de mi nariz.

Creo que el profesionalismo es importante, y el profesionalismo significa que te pagarán.

Los hombres siempre han detestado chismes de las mujeres porque sospechan la verdad: sus medidas están siendo tomadas y comparadas.

Aquel que puede recibir consejos a veces es superior a aquel que lo puede dar.

Cuando conocí a mi esposo, me negué a invitarle a casa por la Pascua judia porque me daba pena que mi madre sirviera los platos en el orden equivocado.

Los hombres y las mujeres, las mujeres y los hombres. Nunca funcionará.

Los famosos se quejan de la fama, pero jamás quieren devolverla, incluyéndome a mi.

Los celos son toda la diversión que uno cree que ellos tuvieron.

Todos mis antepasados trabajaron para ganarse la vida. Mi abuelo pintaba retratos. Mi madre también. Mi tía pintaba paisajes marinos.

Mis nietos son fabulosos y cómicos.

La poesía es a lo que recurrimos en los momentos más emotivos de nuestra vida — cuando muere un querido amigo, cuando nace un bebé o cuando nos enamoramos.

Nadie ha encontrado sabiduría sin también ser un tonto. Los escritores, por desgracia, tienen que ser tontos en público, mientras que el resto de la raza humana puede cubrir sus pistas.

Muéstrame a una mujer que no se siente culpable y te mostraré a un hombre.

Los amigos aman la tristeza, de hecho. A veces, especialmente si somos demasiado afortunados o demasiado exitosos o demasiado lindos, nuestra tristeza es lo único que nos hace queribles para nuestros amigos