Citas de E. M. Forster
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Si hay en la tierra una casa con muchas mansiones, es la casa de las palabras.

Lo maravilloso de la gran literatura es que transforma al hombre que la lee hacia la condición del hombre que la escribió.

Hacernos sentir inferiores de la manera correcta es una función del arte; los hombres sólo pueden hacernos sentir inferiores de la manera equivocada.

Nunca pude llevarme bien con individuos representativos pero sí con personas que existen por su propia cuenta y con quienes, por lo tanto, sería posible ser amigos.

El encanto, en la mayoría de los hombres y casi en todas las mujeres, es una decoración.

La Quinta Sinfonía de Beethoven es el ruido más sublime que jamás haya penetrado en el oído del hombre.

El amor siempre se está dando donde no es necesario.

La obra de arte supone la existencia del espectador perfecto y es indiferente al hecho de que no existe tal persona.

La historia se desarrolla, el arte se queda inmóvil.

Nadie es la India.

Esté tranquilo, aunque vaya a ser aplastado.

Hay que apreciar a la gente y confiar en ellos si uno no va a hacer un lío de la vida.

Sentir atracción por una persona es una razón más para sentir atracción por otra.

A menos que recordemos no podemos comprender.

Estoy seguro de que si se podrían reunir las madres de varias naciones, no habrían más guerras.

Por la noche, cuando las cortinas se cierran y el fuego se enciende, mis libros alcanzan una dignidad colectiva.

No estamos preocupados por los más pobres. Son impensables y solo se deben abordar por el estadístico o el poeta.

Hay mucha buena suerte en el mundo, pero es suerte. Ninguno de nosotros está seguro. Somos niños que juegan o se pelean en la cola.

Es mi destino y quizás mi carácter firmar contratos con tontos.