Citas de Desiderius Erasmus

Todo el mundo odia a un prodigio, detesta a una cabeza madura sobre hombros jóvenes.

Más vale prevenir que curar.

La guerra es dulce para aquellos que no la han experimentado.

Mientras más ignorante, imprudente e irreflexivo es un médico, más alto se eleva su reputación incluso entre los príncipes de gran alcance.

Resulta inescrupuloso aquel intelecto que no rinde a la antigüedad la debida reverencia.

Nadie respeta un talento que está oculto.

Todo el mundo es mi templo y uno muy fino también, si no me equivoco, y nunca me faltarán sacerdotes para servir mientras haya hombres.

La gran abundancia de riquezas no puede ser reunida y guardada por cualquier hombre sin pecado.

Si un partido puede tener éxito sin una mujer presente debo pedirles a otros que decidan, pero una cosa sí es cierta, ningún partido es una diversión a no ser que sea sazonado con locura.

El tiempo le quita el dolor a los hombres.

El talento oculto no trae reputación alguna.

Lutero fue culpable de dos grandes crímenes: atacó la corona del Papa y el vientre de los monjes.

Lo que popularmente se llama fama no es sino un nombre vacío y una herencia del paganismo.

En el reino de los ciegos, el hombre tuerto es el rey.

La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.

Los tontos son innumerables.

Da luz y la oscuridad desaparecerá por sí misma.

Los asuntos humanos son tan obscuros y varios que nada se puede saber claramente.

Una buena parte del discurso consiste en saber mentir.

La guerra es deliciosa para aquellos que no han tenido ninguna experiencia con ella.