Citas de David Hume
(página 2)

Avaricia, el estímulo de la industria.

La verdad surge de la discusión entre amigos.

Nada es más sorprendente que la facilidad con la cual muchos son gobernados por pocos.

La personalidad es producto de un sistema de principios estándares.

Es solo una máxima política que todo hombre debe ser considerado un bellaco.

La creencia no es otra cosa que una concepción más viva, animada, contundente y firme de un objeto, que sólo con la imaginación jamás se alcanzaría.

El cielo y el infierno suponen dos especies distintas de hombres, los buenos y los malos. Pero la mayor parte de la humanidad flota entre el vicio y la virtud.

No es razón que es la guía de la vida, sino la costumbre.

El aprendizaje escolar y la divinidad polémica retardaron el crecimiento de todo el conocimiento verdadero.

La religión cristiana no sólo al principio estuvo acompañada de milagros, solo que en estos día ninguna persona razonble le cree sin un milagro.

La vida del hombre no es de mayor importancia para el universo que la de una ostra.

Un propósito, una intención, un diseño, golpean en todos lados, hasta al pensador más desinteresado y estúpido.

Sé un filósofo, pero en medio de toda tu filosofía sé un hombre aún.

Es poco frecuente que la libertad de cualquier tipo se pierda toda a la vez.

Las reglas de la moral no son la conclusión de nuestra razón.

He escrito sobre todo tipo de temas... Sin embargo no tengo enemigos; excepto todos los del partido Whig, los conservadores y los Cristianos.

La corrupción de las mejores cosas da lugar a lo peor.

La ley siempre limita cada poder que da.

Los hombres suelen actuar a sabiendas en contra de sus intereses.

Cualquier persona con un sentido justo de las imperfecciones de la razón natural, volará hacia la verdad revelada con la mayor avidez.