Citas de Christian Nestell Bovee

El método de los emprendedores es planificar con audacia y ejecutar con vigor.

Es la pasión que está en un beso la que le da su dulzor; es el cariño en un beso lo que lo santifica.

Nuestro primer y último amor es el amor propio.

Después de ser ingenioso, lo mejor es poder citar la ingeniosidad de otro.

Las pequeñas cortesías endulzan la vida; las más grandes la ennoblecen.

Los amigos falsos son como nuestra sombra, se mantienen cerca de nosotros mientras caminamos en la luz del sol, pero nos abandonan en el instante que cruzamos hacia la sombra.

Cuando todo lo demás está perdido, el futuro aún permanece.

Le tenemos miedo a las cosas en proporción a nuestra ignorancia sobre ellas.

Ningún hombre es feliz sin un engaño de algún tipo. Los delirios son tan necesarios para nuestra felicidad como las realidades.

Duda de quien quieras, pero nunca de ti mismo.

Las pasiones son como el fuego, útiles de mil maneras y peligrosas solo de una, a través de su exceso.

El valor aumenta, la cobardía disminuye los recursos. En los aprietos desesperados los temores de los tímidos agravan los peligros que ponen en peligro a los valientes.

Un fracaso establece sólo que nuestra determinación de alcanzar el éxito no era lo bastante fuerte.

Las lágrimas son la loción de la naturaleza para los ojos. Los ojos ven mejor al ser lavados por ellas.

El cielo te prestó un alma, la tierra te prestará una tumba.

Los placeres tranquilos duran más tiempo; no estamos equipados para soportar la carga de los grandes placeres.