Citas de Chanakya
(página 2)
Una buena esposa es aquella que sirve a su esposo en la mañana como lo hace una madre, lo ama en el día como una hermana, y lo place como una prostituta por la noche.
El hombre sabio debe refrenar sus sentidos como una grúa y cumplir su propósito con el debido conocimiento del lugar, el tiempo y la habilidad.
Prueba a un siervo mientras que no esté en cumplimiento de su deber, a un pariente en la dificultad, a un amigo en la adversidad y a una mujer en la desgracia.
La cosa excelente que se puede aprender de un león es que todo lo que un hombre se propone hacer se debe hacer con un esfuerzo incondicional y extenuante.
Mientras tu cuerpo esté sano y bajo control y la muerte esté distante, trata de salvar tu alma, ¿Qué podrías hacer cuando la muerte sea inmanente?
Es mejor morir que conservar esta vida al caer en la desgracia. La pérdida de la vida causa el dolor por un momento, pero la desgracia trae dolor todos los días de la vida.
No seas muy recto en tus tratos pues yendo al bosque verías que los árboles rectos son cortados mientras los torcidos se quedan de pie.
El que es demasiado unido a los miembros de su familia experimenta miedo y dolor, porque la raíz de todo dolor es el apego. Así uno debe descartar el apego para ser feliz.
La felicidad y la paz lograda por aquellos satisfechos con el néctar de la tranquilidad espiritual no es alcanzada por personas codiciosas moviéndose agitadamente aquí y allá.
Antes de empezar a trabajar, siempre hágase tres preguntas — por qué lo estoy haciendo, cuáles podrían ser los resultados, y será exitoso. Sólo cuando usted piense profundamente y encuentre respuestas satisfactorias a estas preguntas, siga adelante.
Si uno tiene una buena disposición, ¿qué otra virtud se necesita? Si un hombre tiene la fama, ¿cuál es el valor de los adornos de los otros?
Adora a tu hijo durante los primeros cinco años. Regáñale durante los próximos cinco años. Cuando cumplan 16 años, tratarlos como a un amigo. Tus hijos adultos son tus mejores amigos.
Aquel que vive en nuestra mente está cerca aunque esté lejos, pero aquel que no está en nuestro corazón está lejos aunque realmente esté cerca.
